Jean Piaget construye, con su Teoría del
Aprendizaje, un modelo que resultaría fuertemente controvertido. Así, describe
la mente de los organismos humanos como el resultado de dos “funciones
estables”: la organización y
la adaptación, que es el proceso de ajuste por el cual el conocimiento del
individuo y la información que le llega del entorno se adaptan el uno al otro.
A su vez, dentro de la dinámica de adaptación operan dos procesos: la
asimilación y la acomodación.
Asimilación
La asimilación hace referencia a la manera en que
un organismo afronta un estímulo externo en base a sus leyes de organización
presentes. Según este principio de la adaptación en el aprendizaje, los
estímulos, ideas u objetos externos son siempre asimilados por algún esquema
mental preexistente en el individuo.
En otras palabras, la asimilación hace que una experiencia
sea percibida bajo la luz de una “estructura mental” organizada con
anterioridad. Por ejemplo, una persona con baja autoestima puede atribuir
una felicitación por su trabajo a una forma de manifestar lástima por él.
Acomodación
La acomodación, por el contrario, involucra una
modificación en la organización presente en respuesta a las exigencias del
medio. Allí donde hay nuevos estímulos que comprometen demasiado la coherencia
interna del esquema, hay acomodación. Es un proceso contrapuesto al de
asimilación.
Equilibrio
Es de este modo que, mediante la asimilación y la acomodación, somos
capaces de reestructurar cognitivamente nuestros aprendizajes durante
cada etapa del desarrollo. Estos dos mecanismos invariantes interactúan uno con
otro en lo que se conoce como el proceso de equilibración. El equilibrio
puede ser entendido como un proceso de regulación que rige la relación entre la
asimilación y la acomodación.
El proceso de equilibración
A pesar de que la asimilación y la acomodación son
funciones estables en tanto que se dan a lo largo del proceso evolutivo del ser
humano, la relación que mantienen entre ellas sí varía. De este modo,
la evolución cognoscitiva e intelectual mantiene una estrecha
vinculación con la evolución de la relación asimilación-acomodación.
Piaget describe el proceso de equilibración entre
asimilación y acomodación como el resultante de tres niveles de complejidad
creciente:
- El equilibrio se establece en base a los esquemas del sujeto y los estímulos del entorno.
- El equilibrio se establece entre los propios esquemas de la persona.
- El equilibrio se convierte en una integración jerárquica de esquemas distintos.
Sin embargo, con el concepto de equilibración se
incorpora a la Teoría del Aprendizaje piagetiana una nueva cuestión: ¿qué
sucede cuando el equilibrio temporal de alguno de estos tres niveles se ve
alterado? Esto es, cuando existe una contradicción entre esquemas propios y
externos, o entre esquemas propios entre sí.
Como señala Piaget dentro de su Teoría del Aprendizaje, en este caso se produce un conflicto cognitivo, y en este momento es cuando se quiebra el equilibrio cognitivo previo. El ser humano, que constantemente persigue la consecución de un equilibrio, trata de hallar respuestas, planteándose cada vez más interrogantes e investigando por su cuenta, hasta que alcanza el punto de conocimiento que lo restablece.
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